El 7 de noviembre de 2021, el corazón de Ecuador se paralizó por unos segundos para luego estallar en un grito unánime de alegría. Un cabezazo certero de Jaime Iván Kaviedes, en un partido crucial ante Uruguay, selló la clasificación de la Tricolor a la Copa del Mundo de Corea y Japón 2002, su primer mundial en toda su historia.
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Han pasado 23 años desde aquel momento que marcó un antes y un después en el fútbol ecuatoriano. La clasificación a un mundial era un sueño anhelado por generaciones de hinchas, y ese día hace 23 años, en un estadio repleto, la ilusión se hizo realidad.
Un equipo de ensueño
Aquella selección ecuatoriana, dirigida por el experimentado técnico Hernán Darío ‘Bolillo’ Gómez, contaba con un plantel repleto de figuras que dejaron huella en el fútbol nacional e internacional. Agustín Delgado, con su potencia goleadora; Álex Aguinaga, el cerebro del equipo; Edison Méndez, con su habilidad y visión de juego; Ulises de la Cruz, un defensor férreo; y Carlos Tenorio, con su potencial y gol, fueron algunos de los protagonistas de esa gesta histórica.
El gol que hizo historia
Pero sin duda, el nombre que quedará grabado a fuego en la memoria de los ecuatorianos es el de Jaime Iván Kaviedes. Su cabezazo, que venció la resistencia del arquero uruguayo Fabián Carini, fue el detonante de una euforia desbordante. Un gol que no solo clasificó a Ecuador a su primer mundial, sino que también representó la culminación de un proceso de crecimiento y consolidación del fútbol ecuatoriano.
Un legado imborrable
La clasificación a Corea y Japón 2002 fue mucho más que un simple logro deportivo. Fue un punto de inflexión que inspiró a nuevas generaciones de futbolistas y que posicionó a Ecuador como una selección competitiva a nivel internacional.
Hoy, 23 años después, recordamos con orgullo aquel histórico momento y rendimos homenaje a todos los protagonistas de esa gesta. Su legado sigue vivo y nos motiva a seguir soñando en grande.