La piloto ecuatoriana, Doménica Arellano, sigue creciendo y se ilusiona en el mundo del automovilismo. Con apenas 15 años de edad hizo una gran carrera en el autódromo de Yahuarcocha a finales del último mes y ahora piensa en sus retos del futuro cercano.
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Doménica fue la primera piloto mujer y menor de edad en participar y en esta primera experiencia quedó en cuarto lugar en su categoría y en la general obtuvo el puesto 18 entre 81 carros participantes.
En la carrera de ocho horas conocida como ‘1001 Kilómetros’ hubo solo seis chicas entre 250 pilotos. En la categoría de Doménica eran dos mujeres entre 48 varones.
En la entrevista con Metro, Arellano hablaba con ilusión sobre sus próximos retos: El Nacional de autos en Guayaquil, una importante carrera ‘callejera’ en Salinas y el reto de seis horas de velocidad en Colombia.
“En Yahuarcocha fue todo felicidad, nervios y adrenalina al mismo tiempo. Creo que incluso pude haber llegado en un mejor puesto, pero el tanque de gasolina en mi carro era más pequeño que muchos otros y por ello tuve que parar a llenarlo varias veces, todo eso me quitó tiempo”, dice Doménica.
También señala que estuvo a punto de desmayarse por el gran esfuerzo. “La gente no se imagina lo difícil que es. El auto era un horno y no puedes abrir las ventanas porque la fuerza del viento te quita velocidad. Llevas mucha ropa y además el traje con el casco, lo que hace todo más seguro, pero más difícil”, señala.
La joven deportista también señaló que cuando uno está iniciando, hay cosas que “te pasan factura”. Mi carro llegó a meta con el embrague dañado, creo que embragué demasiado en la carrera y se recalentó. No le pude poner un embrague de cobre por lo que solo pude llegar hasta la cuarta marcha, son cosas que pasan cuando están iniciando en este mundo de la velocidad”.
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Algo que Arellano destaca es que se ha acostumbrado a convivir con los pilotos hombres en carreras y entrenamientos. “No tiene nada que ver con el género, ellos trabajan con la misma fuerza, no te tienen ninguna consideración en competencia por ser mujer, y eso me parece genial”.
Doménica se acuerda con cierta picardía, que en sus inicios y por las ganas y el empeño, se saltaba los pasos e incluso tenía pequeños accidentes.
“Empecé en un carro más lento y luego me pasaron a un carro rápido. Tuve que meterme a una escuela de manejo durante esta transición desde el karting a los carros más grandes”.
Cuando Metro pregunta a Doménica si en su futuro ve a la F1, ella dice que llegar a eso cuesta mucho dinero, pero vale la pena soñar.
Ella agradece a sus papás y a los auspiciantes que tanto apoyo le han dado en el arranque de su carrera deportiva.
Jenny Vinueza, directora de colegio ISM en Quito, acompañó a Doménica a esta bonita entrevista. La educadora destacó la importancia de impulsar las habilidades de cada estudiante en todos los ámbitos de la vida.
“Apoyamos a los deportistas en sus estudios, les llevamos a ordenar su tiempo, porque si ellos hacen algo que les llena, reflejan más fuerza en su desarrollo como estudiantes. El contacto con la familia de los chicos tiene gran importancia”, finaliza.
