El 01 y 07 de agosto el marchista cuencano Daniel Pintado grabó su nombre para los libros de historia. El tricolor se consagró como el único atleta nacional en ganar dos preseas en la misma edición de Juegos Olímpicos.
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La gloria ahora le pertenece al joven de 29 años que logró sus objetivos gracias a su familia y el constante esfuerzo. Emular la celebración de Cristiano Ronaldo es el claro ejemplo que el azuayo no ha descansado hasta cumplir sus objetivos.
Este jueves 15 de agosto comentó, en una charla organizada por Banco Pichincha, que un mensaje de su hijo – años atrás de conseguir su medalla olímpica- lo llevó a replantearse su trabajo. Su hijo le señalaba que el apoyo estaba vigente a pesar que en las pantallas de transmisión no fuera estelar, lo cual obligó a Pintado a colocarse en el frente, donde los grandes tocan con su mano el éxito.
El marchista añadió que toda su vida se preparó para ganar la medalla olímpica – resaltando que en su último kilómetro la batalla fue consigo mismo- pero lo que vino después fue algo que no tenía vaticinado.
Palabras de Daniel Pintado
“Uno se prepara deportivamente para conseguir la medalla olímpica. Algo que viene después de la medalla es algo para, al menos yo, no estuve preparado. Comencé a tener mucha atención”.
Él se dio cuenta de su prosea cuando cientos, miles de personas asistieron a verlo y expresarle su agradecimiento por lo conseguido. Pero fue en ese preciso momento cuando se dio cuenta que una responsabilidad mayor pesaba en su pecho.
“La verdadera medalla, y esto me lo dijo Jefferson, no es la medalla metálica que tenemos en el pecho. Sino es todas las personas e historias que vienen a través de eso
Ahora tenemos una nueva responsabilidad de ser referentes y ejemplos de muchas personas, jóvenes y niños que nos están viendo. Creo que tengo muchos hijos más porque quiero dar el ejemplo. Los sueños se pueden hacer realidad, trabajando duro y siendo muy disciplinados”, finalizó.