La semifinal de Colombia y Uruguay dejó claro que se trató de uno de los partidos con mayor intensidad de la Copa América, a tal punto que terminado el encuentro, se vieron imágenes de José María Giménez y Darwin Núñez saltando al graderío para irse de golpes con aficionados colombianos. Esto podría desencadenar en una sanción fuerte de parte de Conmebol.
Posterior al encuentro, Josema Giménez mencionó que este acto se debía a un intento de defender a sus familiares de amenazas de hinchas colombianos en las gradas, dedicando también duras palabras en contra de la organización del torneo, la Conmebol. Sin duda que esto tendrá consecuencias disciplinarias para los implicados basándose en el Código Disciplinario de la CONMEBOL.
En su reglamento está claro que podrán ser sancionados por “comportarse de manera ofensiva, insultante o realizar manifestaciones difamatorias de cualquier índole”. Además de “violar las pautas mínimas de lo que se ha de considerar como un comportamiento aceptable en el ámbito del deporte y del fútbol organizado” o “Insultar de cualquier manera y por cualquier medio a la Conmebol, sus autoridades, oficiales, etc..”. Asimismo, en otro punto habla textualmente de “cometer un acto de violencia o de agresión”.
¿Cuál sería la sanción de los jugadores de Uruguay?
El propio Código Disciplinario de la Conmebol expresa la “suspensión de al menos un partido en la competición o por un periodo de tiempo por cometer las siguientes infracciones…”:
- “Insultar, ofender o amenazar a jugadores u otras personas presentes en el partido, siempre que no constituyan faltas más graves”
- “Conducta antideportiva contra los jugadores, oficiales, rivales u otras personas que no sean los oficiales de partido, pronunciando términos o expresiones que atenten contra su dignidad, o empleando gestos contrarios al buen orden deportivo”
- “Provocar a los espectadores”.
En este sentido, Darwin Núñez y José María Giménez y podrían ser sancionados con al menos “dos partidos en la competición o por un periodo de tiempo específico por conducta violenta a jugadores, o a cualquier otra persona presente en el partido, excepto a sus oficiales”. Esto sería la opción más liviana que recibiría Uruguay tras lo sucedido en el Bank of América Stadium de Charlotte.
Una posible sanción fuerte
En este sentido, la normativa menciona una sanción de “al menos cinco partidos en la competición o por un periodo de tiempo específico por una agresión o menosprecio que sea considerado como grave por los Órganos Judiciales”. Todas aquellas infracciones que fueran consideradas graves por los Órganos Judiciales, la sanción de suspensión de que se trate podrá extenderse indistintamente a diferentes categorías de competiciones. Y además puede venir acompañado por una multa económica.
Pero además la normativa disciplinaria recoge también que cuando “un jugador u oficial que con ocasión de un partido o una competición incite públicamente al odio o a la violencia será sancionado de conformidad a lo dispuesto en el Artículo 6.2″, misma que sostiene las siguientes opciones:
- Suspensión por un número concreto de partidos o por un periodo de tiempo
- Prohibición de acceso a los vestuarios o de ocupar una plaza en el banco de sustituciones
- Prohibición de acceso a estadios
- Suspensión para ejercer una o cualquier función relacionada con el fútbol por un número concreto de partidos o por un periodo de tiempo determinado
- Prohibición de ejercer actividades relacionadas con el fútbol
- Cancelación de una licencia, habilitación, acreditación o permiso
- Expulsión de una competición en curso y/o exclusión de futuras competiciones.
Si llegase a ser cinco partidos de suspensión, los jugadores sancionados no actuarían contra Ecuador en Eliminatorias el próximo 12 de octubre en Montevideo.