En apenas una jornada, Richard Carapaz vio las dos caras de la moneda: mientras este 01 de julio probó la gloria, este martes en la montaña se dio cuenta cómo es probar el sinsabor de la impotencia.
En primera instancia hay que enfatizar que el tricolor pasó a los libros de historia al ser el primer latinoamericano en vestirse como líder en las tres grandes vueltas. A la par, fue el primer ecuatoriano es usar el jersey amarillo de la Grande Bucle.
Ahora, el carchense vio cómo su sueño está lejano aunque no es imposible aún. Con 17 etapas aún en juego, Carapaz puede decidirse a reducir la brecha que tiene con el líder del Tour o enfocarse en ganar etapas para ampliar su leyenda. En ambos casos necesitará de mucha garra y apoyo de su equipo.
Los analistas apostaban que la primera etapa de montaña favorecería Pogacar, incluso llevando al campeón olímpico a perder su maillot pero nadie preveía un escenario tan devastador.
Diferencia en la general
Carapaz está a 05 minutos y 28 segundos del esloveno. El factor que desplomó a ‘Richie’ en la general, además de su incapacidad para seguir el paso, fue la carente ayuda de su equipo en los últimos 20 kilómetros, donde se incluía el Col Du Galibier.
El trabajo del UAE dio sus frutos, además de demostrar que Pogacar cuenta con gregarios de primer nivel que pueden acabar rompiendo la carrera en las próximas etapas de montaña.
Ahora, el ‘extraterrestre’ tiene la oportunidad de ampliar su ventaja este viernes con la etapa de contrarreloj. Mientras que el próximo reto de media montaña será el domingo 07 de julio.
A Carapaz le pasó factura su intermitente preparación previo a la Grande Bucle, se nota la carencia de entendimiento con su gregarios así como la falta de seguir el paso en este tipo de jornadas donde los favoritos demuestran el porqué de su adjetivo.
