La previa para la final de la Copa Libertadores ha comenzado a tomar un tono peligroso y bélico. Miles de hinchas de Boca Juniors se han trasladado a territorio carioca para ser testigos de este cotejo contra Fluminense.
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Durante la tarde de este 02 de noviembre, los fanáticos xeneizes fueron víctimas de una turba de representantes del tricolor. Según imágenes captadas por múltiples medios internacionales, los simpatizantes del Flu llegaron en gran cantidad a perturbar un lugar de celebración.
En declaraciones, posteriores al hecho donde se involucró la policía local y se registraron heridos, los afectados comentaron que tuvieron mucho miedo y se repartieron golpes e incluso existieron robos.
Se prevé una reunión más grande
Cientos de hinchas de Boca Juniors, que el sábado se medirá con Fluminense por el título de la Copa Libertadores en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, se tomaron este jueves la emblemática playa de Copacabana para una colorida, animada y ruidosa fiesta.
Los aficionados vestidos de azul y dorado, cada vez más numerosos en esta ciudad brasileña, se concentraron en un trecho de la más famosa de las playas de Río de Janeiro para animar al conjunto xeneize a dos días de la final, en una fiesta con cánticos, coreografías, provocaciones y ondeo de banderas.
Pese a que la Conmebol montó una Fan Fest con acceso gratuito también en Copacabana y al que numerosos argentinos han acudido a tomarse fotos al lado de una réplica gigante de la Copa, los aficionados de Boca Juniors escogieron otro lugar de concentración, situado junto a un quiosco playero de propiedad de tres de sus compatriotas.
La previsión es que la fiesta se repita el viernes en el mismo lugar, pero con un número muy superior de participantes, ya que los xeneizes que ya llegaron a Río de Janeiro tienen previsto lanzar un “banderazo” en Copacabana para mostrar su apoyo al equipo y que no son una minoría en esta ciudad brasileña.
Las autoridades brasileñas no tienen una previsión clara del número de argentinos que estará en Río de Janeiro el sábado, pero descartan que llegue a los 150.000 como lo calculan algunos medios del país vecino.