Luis ‘Kunty’ Caicedo fue uno de los centrales más prometedores del fútbol ecuatoriano. El defensor nació en las canteras de Independiente del Valle donde llegó a jugar la final de la Copa Libertadores 2016 ante el Atlético Nacional de Colombia, sin embargo su nivel ha ido en decadencia y contó que pasó muy malos ratos en Liga de Quito donde quebró toda relación con la afición alba.
En entrevista con el periodista capitalino Pepe Mera, Luis Caicedo recordó un momento complicado que atravesó en LDU: “Hay un momento en que yo colapse, ya no aguantaba más, ya no me sentía a gusto ahí. Yo creo que podía cometer hasta una locura, tenía ya esa mentalidad de que si un hincha me decía algo, era capaz de hasta matarlo a golpes. Me venía esas cosas malas a la cabeza. Yo decía a Dios que me dé fortaleza para yo no cometer esas locuras”.
Además dijo: “Un día fueron los hinchas al complejo, dije este es el momento para sacar toda la rabia que sentía. Yo fui el primero que salté contra todos. La rabia que tenía era para pelear con quien sea. Yo decía al que se me cruce le doy con piedras en la mano. Ya no los aguantaba más. Ni siquiera esperaba que ellos me insulten, pero venía Franklin, el profe a calmarme”, se acordó confirmando que tuvo que ir al psicólogo y le ayudaron a pensar cosas más positivos.
Entrevista completa:
Su barrio en Guayaquil
Contó que ha tenido que ver muchas cosas pero que para su fortuna, salió del mal camino: “Yo he vivido muchas cosas. Tengo muchos amigos, unos fallecieron, otros están ahí, o están presos. Los considero aún, a pesar de lo que ellos son, los quiero mucho. Gracias a Dios yo pude mostrar mi talento y salí de ahí. Yo soy de barrio, no es que ando metido en lugares aniñados, no me gusta. Respeto mucho de donde yo salí y la gente me tiene respeto a mí y a mi familia”.
“Gracias a Dios nunca consumí drogas. Fui de las personas que estaba parado en las esquinas donde estaban armados y consumían drogas, pero jamás tuve ese vicio o esas ganas de consumir. Hoy me siento tranquilo. Hablo con algunos de mis amigos, preguntando cómo están y algunos me explican lo difícil y el miedo de estar en la cárcel. Porque por esos vicios han caído y en realidad sí están preocupados por sus hijos. Les digo que se apeguen a Dios. Cuando uno se mete en estos vicios, es difícil salir”, acotó.
Inicios en IDV
“Cuando firmé por IDV, ellos me dijeron que me podían ayudar con una casa para llevar a mi familia, le di esa opción a mi familia, pero ellos no quieren; se sienten felices en el barrio. Entonces yo paso allá. La gente respeta mucho a mi papá. Cuando mi mamá falleció, él se apegó más a Dios y está cerca de predicar, porque está a punto de ser pastor”, expresó sobre la ayuda que intentó darle el IDV pero que su familia se negó.
“Mi primer sueldito fue de USD 100. USD 75 eran para mí mamá y yo me quedaba con USD 25, que eso para mí era bastante plata. Quizás para mi mamá no era mucho, pero siempre quise ayudar en casa. Cuando empecé a ganar USD 300, con 14 años, le daba USD 200 a mi mamá y le pedía que por favor ya no trabaje”, finalizó el ‘Kunty’.