Martín Ancelmi planteó un partido inteligente en el estadio Maracaná, Independiente del Valle esperó a Flamengo; aguantó en el primer tiempo y durante la segunda parte no permitió que sus rivales brillen. El gran trabajo de los Rayados le permitieron alzar su tercera copa internacional, aunque antes que arranque el cotejo de vuelta un “error” de Gabriel Barbosa ya puso todo en su contra.
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El delantero brasileño, quien permitió que el Fla se proclame campeón de la Libertadores en Guayaquil, no pudo embocar el esférico en el arco de Moisés Ramírez en 120 minutos. Es que la mufa que se atrevió a hacer antes del silbatazo inicial puso todo en su contra: beso la Copa Libertadores.
Tocar la Copa no la gana
Esta sin duda es una de las supersticiones más extendidas en el mundo del fútbol. La misma señala que si un jugador toca la copa antes de jugar el partido, su equipo no se hará con el título en disputa. Jugadores de la talla de Zidane, Gatusso, Iker Muniain han cometido este error años atrás y la han pagado caro.
Es que esta mufa, que según el lenguaje coloquial argentino es “mala suerte”, fue capturada por los medios de comunicación y rápidamente se volvió viral. Aunque el beso no se dio al título de la Recopa, el acto de por si condenó al carioca a ver que su estadio se silencie ante un Gigante de América que cobró la revancha del 2020.
Hechos reprochables contra Gabriel Barbosa
El brasileño fue criticado por sus acciones en el penal decisivo del encuentro. No solo, al marcar contra Ramírez, lo enfrentó sino que trató de distraer a Landázuri lo cual no surtió efecto.
Gabigol era visto como el gran salvador de la hinchada rojinegra, pero en esta Recopa dejó mucho que decir y demuestra que el Fla está perdiendo ese corazón que algún momento lo caracterizó.