Sin duda que toda persona amante del fútbol quisiera estar en un Mundial. Este es un sueño que muchos no llegan a cumplir, sin embargo para Emily Tamay se ha hecho realidad en su primera experiencia laboral.
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“Todo este proceso de voluntariado empezó en marzo. Me aceptaron y llegué aquí el 18 de noviembre. Justo me tocó el Estadio Khalifa donde Ecuador ha jugado dos partidos”, cuenta Emily Tamay de 19 años quien estudia en Quito.
— Emily Tamay
El pago que reciben ciertos trabajadores externos en un Mundial depende mucho de las actividades, pero se aproxima a los 150 y 400 dólares por diez horas acá, en la labor encomendada como el caso de Valerio Saracino, colombiano encargado en temas de logística. Claro está que la FIFA buscó gente joven, estudiantes o personas que tuvieran tiempo libre. Sin embargo, en el caso de Emily Tamay y las personas similares a su voluntariado no perciben dinero por su trabajo.
Para Emily Tamay ha sido una experiencia única debido a que tiene contacto con jugadores, entrenadores y muchos famosos en el mundo del fútbol.
“Trabajo en Media Operations de la FIFA, he estado en cancha y ha sido una experiencia espectacular que le deseo a todo el mundo”. En su área ella está en Zona Mixta, Conferencias de Prensa, Tribuna de Prensa, etc.
“No soy futbolera, pero estando aquí creo que voy a cambiar y a estudiar sobre fútbol. Quiero ser la más hincha porque sentir de tan cerca todo esto ha sido increíble”, narró Emily sobre su impresión en esta experiencia.
“Cuando Énner Valencia pasó llorando me dio ganas de saltar y llorar con él la verdad”, agregó sobre uno de los momentos más intensos en esta experiencia mundialista.
Sobre qué le dicen desde Ecuador contó que sus amigos y familiares le piden fotos, autógrafos y saludos de jugadores. Ellos están felices de que esté aquí.
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La FIFA nos ha tratado muy bien, son muy atentos con los voluntarios. “Ellos valoran mucho el trabajo que hacemos aquí”, mencionó. Sin embargo, hay algo que si extraña de su país: “Extraño el encebollado, ya no quiero comer shawarma”.
Finalmente se refirió a Doha, ciudad de Qatar donde se vive la Copa del Mundo 2022. “Me encanta la ciudad, lo único que no me gusta es empezar el día con 30 grados, es demasiado calor para mi gusto”, finalizó.