El pasado domingo 20 de noviembre se dio inicio a uno de los eventos deportivos más esperados de todo el año, el Mundial de Qatar 2022. Sin embargo, aunque la emoción es evidente entre los fanáticos, el torneo de este año está manchado por polémicas relacionadas a la violación de derechos humanos, represión y corrupción ocurridas en el país.
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A propósito de las reglas impuestas sobre las muestras de afecto y las polémicas declaraciones de Khalid Salman, embajador del Mundial, sobre la comunidad LGBTIQ+, han sido varios los jugadores, usuarios y artistas que han decidido pronunciarse y rechazar la cultura y decisiones de dicho país.
Como símbolo de lucha contra la represión vista durante la Copa Mundial, una exfutbolista y periodista de la cadena británica BBC causó revuelo al salir en una transmisión en vivo portando el brazalete OneLove. Se trata de Alex Scott, quien durante el encuentro entre Inglaterra e Irán envió un mensaje contundente al lucir el símbolo.
¿Qué es el brazalete OneLove?
A raíz de la polémica que rodea el Mundial, y como forma de protesta contra los graves castigos hacia miembros del colectivo, desde septiembre se tenía pensado que los capitanes de las delegaciones de 10 naciones europeas (Inglaterra, Gales, Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Noruega, Suecia, Suiza y los Países Bajos) portaran el brazalete OneLove durante los partidos.
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Sin embargo, el plan fue frustrado luego de que la FIFA saliera a decir que impondría sanciones en contra de los jugadores que lo hicieran. Frente a la respuesta de la Federación, varios equipos manifestaron su desacuerdo y decepción mediante un comunicado oficial.
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“Hoy sentimos desprecio por una organización que ha demostrado sus verdaderos valores dando tarjeta amarilla a los jugadores y tarjeta roja a la tolerancia (...) Ningún país que no cumpla con los derechos LGBTIQ+, los derechos de las mujeres, los derechos de los trabajadores o cualquier otro derecho humano universal, debería tener el honor de organizar una Copa del Mundo”, se lee en el documento.
Precisamente, el mismo día en el que siete países anunciaron que sus capitanes ya no usarían el símbolo por temor a las represalias, la periodista Scott decidió alzar su voz y portar el brazalete.
