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Ingenio San Carlos aporta a la seguridad energética del país con su proyecto de cogeneración eléctrica desde 2004

La autogeneración de energía ha permitido al Ingenio San Carlos planificar sus operaciones sin depender de fuentes externas.

Ingenio San Carlos aporta a la seguridad energética del país con su proyecto de cogeneración eléctrica
Ingenio San Carlos aporta a la seguridad energética del país con su proyecto de cogeneración eléctrica (Cortesía)

Ingenio San Carlos, además de su liderazgo en la industria azucarera ecuatoriana es la primera industria a nivel nacional en generar energía limpia a base de biomasa y en comercializarla, lo cual la convierte en la primera empresa ecoeficiente del país.

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San Carlos como muchos ingenios en la industria azucarera, comenzó su generación eléctrica en los años 60, la energía generada en aquella época era utilizada exclusivamente para su proceso industrial durante el periodo de zafra, utilizando el bagazo -residuo de la molienda de caña- como combustible; pero fue en el año 2004 que el Ingenio, con su proyecto cogeneración en su primera etapa, se convierte en el primer auto productor que ingresa al mercado eléctrico ecuatoriano con energía limpia.

San Carlos como cogeneradores a partir de la combustión de la biomasa – bagazo de caña- aprovechan la misma fuente para producir simultáneamente energía eléctrica y vapor útil para entregar calor al proceso de elaboración de azúcar.

Este proyecto de cogeneración ha contribuido a la seguridad energética del Ecuador al diversificar la matriz energética del país generando más de 200,000 MW/h de energía en temporada de zafra de 180 días, de los cuales exporta aproximadamente 140,000 MW/h al Sistema Nacional de Interconexión (SNI). Desde el inicio del proyecto, San Carlos ha evitado la emisión de más de 571,000 toneladas de CO2, contribuyendo de manera notable a la lucha contra el cambio climático.

Asimismo, la autogeneración de energía ha permitido al Ingenio planificar sus operaciones sin depender de fuentes externas, reducir significativamente sus emisiones de gases de efecto invernadero y disminuir la dependencia de combustibles fósiles demostrando que la biomasa puede ser una fuente eficiente y rentable de energía limpia. Esta iniciativa ha sentado precedentes para futuras inversiones en energías renovables dentro del sector agroindustrial.

El uso del bagazo como materia prima no solo es clave para la generación de energía, sino que también promueve un ciclo de producción sostenible. Las cenizas resultantes de su combustión se utilizan como abono en los campos de caña, creando un sistema de economía circular que optimiza los recursos y minimiza el impacto ambiental.

El Ingenio San Carlos opera actualmente con cinco generadores y tres calderas, con una capacidad instalada de 77 MW. En 2014, se implementó la segunda fase del proyecto de cogeneración, que incluyó la instalación de una nueva caldera de alta presión y la electrificación de los molinos de caña, lo que ha mejorado la eficiencia en el uso del vapor y aumentado la capacidad de producción.

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El compromiso del Ingenio San Carlos con la sostenibilidad ha sido reconocido a nivel internacional. Entre sus distinciones más destacadas se encuentran la certificación ISO 14001:2015 y el reconocimiento del Pacto Global de las Naciones Unidas por su contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), particularmente en energía asequible y no contaminante.

Con una visión orientada a la expansión, San Carlos planea seguir creciendo en función del desarrollo de la industria azucarera y las políticas gubernamentales que impulsen la comercialización de energías renovables. Entre sus proyectos futuros se encuentran la electrificación de sistemas de riego y la investigación de nuevas tecnologías que permitan seguir reduciendo el impacto ambiental.

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