Pueblo Arrecho está ubicado en la parroquia Chirijos, del cantón manabita Portoviejo, donde sus habitantes empezaron a cambiar su historia con peiGo.
PUBLICIDAD
Esta nueva billetera digital se ha convertido en la opción para que sus habitantes promuevan su desarrollo social y económico, a través de las ventajas que ofrece la banca digital, como una alternativa para el 45% de la población que no posee una cuenta bancaria, según información del Banco Central del Ecuador.
‘Pueblo Arrecho’, el primer lugar en todo el Ecuador que se atrevió a usar peiGo para mover la plata desde el ‘cel’ y no depender del efectivo.
Para sus habitantes, no es necesario una agencia física para enviar y recibir dinero, si todos los servicios que necesitan están en peiGo.
¿Cómo funciona?
peiGo es una billetera digital que te permite realizar envíos de dinero o pagos “sin costo”. Al descargar la app en tu celular, puedes enviar, pedir, recargar y retirar efectivo según tu necesidad, sin demoras y sin pagar ni un centavo más.
En ‘Pueblo Arrecho’ ya mueven su plata a través de peiGo, sin preocuparse de tener o no “los sueltos” para adquirir lo que necesitan o hacer los pagos en la tienda. Ahora, le toca al resto del Ecuador atreverse a hacerlo.
Gana $3 invitando a tus panas a usar peiGo
Entra a la app e invita a tus amigos a digitalizarse y utilizar peiGo. Dale clic en “Invitar panas” y selecciona al contacto de WhatsApp que deseas que sea parte de la app ‘más bacán’ del país para manejar efectivo. Cuando tu amigo se registre desde el link que enviaste, ambos pueden ganar hasta $3 dólares para iniciar sus pagos y transacciones.
¡Entre más personas invites, más ganas!
¿Por qué hacerlo desde el celular?
Con la pandemia, nos dimos cuenta que la tecnología está en nuestras manos para solucionar nuestro día a día. Y es que según la Asobanca, los usuarios del canal móvil aumentaron 3,6 veces más en 2021 que en 2019, siendo el canal de transacciones que más creció.
Esto es un reflejo de que más gente está familiarizada con el manejo de la tecnología, por lo que utilizarla ya es parte de su cotidianidad.