Durante la última semana de agosto y la primera de septiembre, De Prati graduó a varias mujeres de su programa social Mujeres Confeccionistas, en las ciudades de Quito, Guayaquil y Manta. Desde el inicio del programa, entre todas las participantes han recibido un total de 13.800 horas de capacitación, entre el módulo básico y el módulo de especialización, con el fin de prepararlas en destrezas técnicas y, que así, puedan adaptarse en talleres de producción masiva, destacando la agilidad y la optimización del tiempo.
El programa social Mujeres Confeccionistas De Prati, en alianza con la Fundación Acción Solidaria, capacita en técnicas de costura y confección a mujeres de zonas vulnerables de Quito, Guayaquil y Manta, brindándoles herramientas que impulsen su desarrollo personal, fomentando también su autoconfianza e independencia laboral y económica para su propio bienestar, el de sus familias y la comunidad. El impacto del programa es muy alto en la vida de las participantes, ya que más allá de ganar una competencia laboral logran generar una transformación integral y confiar mucho más en sus propias capacidades.
El programa de De Prati ya suma un total de 892 mujeres que han conseguido mejorar su vida, a través del acceso a la educación. “Este proyecto es nuestro emblema y nos llena de orgullo cada año. Nuestro programa es 100% gratuito y busca la formación de mujeres emprendedoras para que continúen con un negocio y puedan sacar adelante a sus familias. Creemos firmemente que la educación y capacitación son herramientas claves para el desarrollo de las comunidades y, a través de nuestras mujeres confeccionistas, hacemos nuestra contribución.”, afirma María José De Prati, Directora de Responsabilidad Social de De Prati.
De Prati tiene planificado continuar extendiendo esta labor en estas tres ciudades y, a futuro, en otros territorios en donde abran sus tiendas, con el objetivo de reafirmar su compromiso con las mujeres en situación de vulnerabilidad. “Esta es una oportunidad que nos permite cambiar nuestras vidas. Me siento afortunada de recibir el apoyo de De Prati y la Fundación Acción Solidaria, ya que con este beneficio voy a poder generar mis propios ingresos, me he proyectado en crear una marca y ofrecer algo diferente”, expresa Bárbara SantaMaría, confeccionista que formó parte del programa de este año.
De la misma manera, añade Paola Muñoz, graduada del programa Mujeres Confeccionistas: “Para mí ha sido una bendición poder llegar a ser parte del programa, con la educación que recibí he logrado cambiar mi vida al 100%, antes no sabía manejar maquinas industriales y ahora, gracias a esta oportunidad realizo varios tipos de confecciones como mandiles, bolsos, faldas. Espero muy pronto poder tener mi propio taller.”