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Una dieta adecuada disminuye la migraña

La migraña produce dolor intenso en un solo hemisferio cerebral y le puede llevar a sentirse mareado y vomitar. Ejercicio y alimentos sanos: nuestro escudo

El dolor de cabeza es un mal que hemos sufrido todos alguna vez en la vida, sin embargo, es importante reconocer la diferencia entre una simple cefalea y una migraña.

La migraña viene de la palabra griega hemikrania o “hemi-craneal”, que significa mitad de la cabeza, es decir es un dolor que se produce en un solo hemisferio cerebral.

Uno de los síntomas más comunes de la migraña es que es pulsátil y que su intensidad tiene un aumento progresivo.

Puede también venir acompañada de náusea, vómito, sensibilidad a la luz, al ruido y una pesantez de cabeza.

Los ataques de migraña pueden durar de horas a días y ser tan intensos que interfieren con las actividades cotidianas.

El Dr. Patricio Abad, neurólogo del Hospital Metropolitano, nos comenta que existen más de 40 subtipos de migrañas.

“Este tipo de cefaleas pueden llegar a ser tan severas que únicamente pueden ser tratadas acudiendo al servicio de Emergencia.

El diagnóstico clínico es importante para descartar un tumor cerebral, un aneurisma o alguna patología del cerebro”.

Los precipitantes.

Las migrañas ocurren en personas con un sistema nervioso más sensible.

En estas personas, las células nerviosas del cerebro son fácilmente estimuladas, produciendo actividad eléctrica más alta de lo normal, afectando el nervio trigémino que a su vez libera sustancias que causan una dolorosa inflamación en los vasos sanguíneos cerebrales.

Existen varios precipitantes que puede causar este desequilibrio como son el vino tinto, el chocolate, alimentos que contienen nitratos, como los ‘hot-dogs’ y los procesados de carne (fiambres o embutidos).

También se deben tomar en cuenta los alimentos que contienen tiramina como quesos curados, productos de soja, habas, entre otros.

Sin embargo, esto no quiere decir que toda esta comida produzca migraña, es crucial reconocer qué cosas pueden desencadenarla en nuestro propio organismo (y no solo se trata de alimentos) para controlar o reducir la probabilidad de que aparezca.

Alimentación sana.

Para aliviar los síntomas de la migraña crónica es conveniente adoptar una dieta basada en verduras como por ejemplo de hoja verde oscura, como las espinacas, la col rizada y los berros, ya que tienen nutrientes y propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.

Una reciente investigación sugiere que la dieta LIFE (Low Inflammatory Foods Everyday) ofrece una alternativa eficaz a esta dolencia.

Esta dieta es rica en verduras de hoja verde oscura y limita la ingesta de cereales integrales, verduras con almidón, aceites y proteínas animales, especialmente lácteos y carne roja, que de alguna forma pueden llegar a precipitar una migraña.

Cambios positivos.

Realizar cambios en su estilo de vida es importante. Aumentar las horas de sueño y reducir drásticamente el estrés es fundamental para combatir las migrañas, asimismo practicar yoga, hacer meditación y exponerte al ‘ruido blanco’, pueden ser buenos aliados.

No debemos olvidar además hacer ejercicio o caminar al menos 30 minutos al día. Es crucial siempre consultar a su médico de confianza para que pueda seguir un tratamiento adecuado y no automedicarse.

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