En un entorno financiero cada vez más competitivo y dinámico, los líderes que se atreven a innovar y a comprometerse con la excelencia son los que verdaderamente marcan la diferencia.
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Uno de esos líderes es Guillermo Lasso Alcívar, presidente ejecutivo de Banco Guayaquil. Bajo su liderazgo, el Banco ha experimentado un crecimiento importante, pues él ha impulsado la modernización de los servicios financieros aprovechando las nuevas tecnologías, inspirado en un solo propósito: “Facilitar la vida de millones de ecuatorianos, cada día”.
En un encuentro distendido y lleno de energía, realizado en el estudio de grabación del que dispone Banco Guayaquil para sus producciones audiovisuales, se reunieron Hernán Cueva, CEO de Metro Ecuador, y Guillermo Lasso Alcívar, la conversación de ambos, detallada en los siguientes textos, permite descubrir nuevas perspectivas y experiencias valiosas.
Con solo 39 años te has convertido en uno de los banqueros más jóvenes y prometedores de la región. ¿Qué sensación te produce cuando la gente se refiere a ti como ‘banquero’? ¿Te sientes orgulloso, responsable o tal vez un poco incómodo con este título?
—Me siento sumamente orgulloso de mi profesión como banquero, una carrera que ha requerido una dedicación y un compromiso constante durante los últimos 17 años. Mi experiencia en el sector financiero se ha visto enriquecida por mi paso por el Banco Guayaquil desde el 2007.
Además, mi formación académica en Economía me ha proporcionado una base sólida para comprender los mecanismos económicos y financieros que subyacen a la actividad bancaria. Sin embargo, fue en Banco Guayaquil donde pude especializarme en finanzas y banca, adquiriendo una experiencia práctica que ha sido fundamental para mi crecimiento profesional.
Se requiere disciplina para liderar cualquier proyecto, y en los negocios mucho más. ¿Te consideras una persona muy disciplinada?
— Te cuento que además de mi dedicación al sector financiero, siempre he sido apasionado de los deportes, en particular del tenis. De hecho, estudié Economía y Administración en Penn State University, en EEUU, gracias a mi perfil como deportista.
Esa experiencia con el deporte me enseñó la importancia de la disciplina, la perseverancia y el trabajo en equipo.
Por eso siempre señalo que mi experiencia como banquero se ha visto enriquecida por mi formación académica, mi experiencia práctica en el sector financiero y mi pasión por los deportes.
¿Cómo te sientes al continuar con el legado de una empresa que también lideró tu padre? ¿Cómo es tu relación con él?
—¡Mi familia es mi todo! Como preámbulo te cuento que soy el mayor de cinco hermanos, tres hombres y dos mujeres, y siempre hemos sido una familia muy unida. Mi padre, un banquero con una carrera impresionante, siempre nos enseñó la importancia de la responsabilidad y la ética. Mi madre, por otro lado, se dedicó a nosotros con todo su corazón y nos enseñó el valor del amor y la dedicación.
Creo que ese equilibrio entre la disciplina y el amor es lo que me ha permitido ser la persona que soy hoy. Mis padres siempre nos inculcaron principios y valores muy claros, y eso es algo que siempre agradeceré.
Y hablando de familia, mi propia familia es una aventura en sí misma. Me casé en 2010 y tengo cuatro hijos, dos varones y dos mujeres. Es un desafío, pero es la mejor aventura que he tenido en mi vida.
La relación que he construido con mi padre ha sido fundamental en mi vida. Su apoyo incondicional y su confianza en mí me han permitido crecer y desarrollarme como persona y profesional. Recuerdo un momento emocionante en particular cuando me ofrecieron el cargo de Vicepresidente Ejecutivo del Banco. Mi primera reacción fue de incredulidad, pensé que no estaba listo para asumir ese desafío.
Pero mi padre y Angelo Caputi (expresidente ejecutivo del Banco Guayaquil) me insistieron y me recordaron que las oportunidades no se presentan todos los días. Ese mensaje me hizo reflexionar y tomar la decisión de aceptar el reto. Gracias a su apoyo y confianza, he podido desarrollarme y crecer en mi carrera.
¿Cómo lideras y trabajas en colaboración con tu equipo, aprovechando tu enfoque transversal para impulsar el éxito de la organización?
—El liderazgo para mí es sinónimo de libertad y empoderamiento. En lugar de imponer mi visión, prefiero guiar a mis equipos hacia un objetivo común, permitiéndoles encontrar su propio camino. Mi enfoque es claro: comunicación abierta, estructura plana y horizontal, y autonomía para tomar decisiones. No creo en el liderazgo vertical, donde el jefe tiene todas las respuestas. Al contrario, creo que el éxito se logra cuando todos los miembros del equipo se sienten líderes, con la confianza y la responsabilidad para tomar decisiones.
Mi objetivo es crear un banco donde no haya un solo líder, sino 3.000 líderes, donde cada persona se sienta empoderada para tomar decisiones, innovar y crecer.
‘Un banco de personas para personas’. ¿Cómo defines esa frase que es uno de los mensajes claves de la institución?
— En medio de la pandemia del 2020, nos dimos cuenta de que era hora de renovar nuestra marca, pero lo que realmente sucedió fue algo mucho más profundo. Empezamos a definir nuestra cultura y valores de manera clara y concisa, reforzando la esencia que nos diferencia desde hace más de 40 años: ‘Ser un banco de personas para personas’. Ese fue el punto de partida para transformar nuestra estrategia y crear una experiencia bancaria más empática y centrada en el cliente.
Desde entonces, hemos estado en constante evolución. Creamos equipos de transformación, comunicación y otros que nos permitieron acercarnos más a nuestros clientes. Reorganizamos nuestras áreas de producto y segmento para que sean más ágiles y eficientes. Hoy tenemos ‘tribus’ que trabajan juntas para satisfacer las necesidades de nuestros clientes, y centros de excelencia que nos ayudan a mejorar constantemente. Y lo mejor de todo es que hemos descubierto y desarrollado el talento interno que teníamos en el banco, y también hemos incorporado nuevo talento externo. Es un mix perfecto que nos permite seguir innovando.
A inicios de 2024 compartimos con el equipo metas en común y las hemos alcanzado con base en nuestro desempeño financiero, que es resultado de una trayectoria de éxito y crecimiento sostenidos en los últimos 10 años; compartiendo también el hito de que, por primera vez, uno de los resultados de la gestión de Banco Guayaquil es alcanzar $1.000 millones en ventas este 2024.
Después de un año (2024) marcado por innovaciones y cambios significativos, el Banco Guayaquil ha sido reconocido como el Banco del Año. ¿Cuál es el aspecto que más te emociona de este logro y qué crees que ha sido el factor clave para alcanzar este reconocimiento?
—En el corazón de Banco Guayaquil late una visión clara: ser un banco de personas para personas, centrado en transformar la vida de millones de ecuatorianos. Desde hace cuatro años, hemos estado trabajando incansablemente para ofrecer una experiencia bancaria excepcional, bajo el lema Primero Tú. Nuestros esfuerzos han dado frutos: en App y Banca Virtual hemos alcanzado más de 10 millones de transacciones mensuales, lo que representa el 80% del total de transacciones.
Nuestra red de más de 20.000 puntos de atención, incluyendo agencias, cajeros automáticos y Banco del Barrio, es la más extensa del país.
Ese compromiso ha sido reconocido por LatinFinance, que nos otorgó el premio Bank of the Year 2024, reconocimiento que es un testimonio de nuestro desempeño financiero, excelencia en servicios, innovación y sostenibilidad, el cual nos motiva a seguir trabajando para transformar la vida de millones de ecuatorianos.