Entrevista: Hernán Cueva
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Redactora: Andrea Martínez
Alex Mejía es un alto funcionario en la ONU, de origen ecuatoriano. Es Director de División de Unitar, el Instituto para la Formación y la Investigación de las Naciones Unidas. Desde su experiencia relata cómo de casualidad, pero con mucho esfuerzo, llegó hasta este organismo internacional.
Para conocer más sobre su historia y sobre la labor de Unitar en el Ecuador y el mundo, nos conectamos a su oficina en Ginebra (Suiza). Además, desde su experiencia, invita a los jóvenes a servir al país desde instancias internacionales.
¿Cómo empezó tu carrera en la diplomacia internacional?
— Soy un ingeniero agrónomo que se tornó diplomático. Cuando terminé mis estudios universitarios en Honduras, regresé al Ecuador y tuve la oportunidad de trabajar en banca y finanzas, área en la que también me formé en Costa Rica.
Luego, apliqué a la Academia Diplomática y de 600 personas que nos inscribimos, tras pasar el proceso de selección, solo tres fuimos contratados. Una de mis primeras labores diplomáticas las cumplí como consejero comercial en Bogotá (Colombia) y regresé al país para ocupar el cargo de viceministro de Economía y Finanzas.
De ahí, viajé a Washington para trabajar en la Organización de Estados Americanos (OEA) y posteriormente apliqué a la ONU. Es así como hace 14 años fui designado como Director de la Oficina de la ONU en Hiroshima- Japón para trabajar en temas de desarme. Hace una década, me trasladaron a Ginebra para dirigir la división más grande de Unitar, la Agencia de las Naciones Unidas para Formación Profesional e Investigación, siendo el segundo a bordo.
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Mi trabajo es reportado al Secretario General Adjunto de la ONU, Nikhil Seth, quien es considerado como “el padre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
¿Qué objetivos tiene Unitar?
—Unitar fue creada en 1963 por la Asamblea General de la ONU, con un mandato legítimo de ayudar a los países en desarrollo. Capacitamos ‘in situ’ a los servidores públicos del país en el que estamos, de manera práctica y con formación profesional.
Los principales proyectos que he tenido han sido ejecutados en Afganistán y en Irak, donde hemos hecho capacitación a tropas en terreno de conflicto, porque nuestro mandato señala que debemos estar en el sitio donde se necesita.
Esta agencia ha capacitado 380 mil funcionarios (la mitad de ellos del sector público) de 117 países sobre temas alineados con los ODS, como desarrollo urbano, lucha contra la pobreza, ambiente, educación...
¿Cómo lo hacen?
— Unitar ofrece más de 900 temas de capacitación que se brindan a través de seminarios y conferencias, de forma virtual y presencial. La Agencia tiene la experiencia para transformar información en conocimiento. El año pasado, 380 mil personas fueron beneficiadas.
Este trabajo se lo ejecuta a través de 31 oficinas que conforman la Red Global de Centros CIFAL, las cuales dirijo como Director- Gerente. Estos centros capacitan a los funcionarios en temas específicos que los países nos solicitan abordar.
En Ecuador, por ejemplo, también contamos con un centro CIFAL y ha estado enfocado en la capacitación en prefecturas y municipios. Para 2024, empezaremos a trabajar con la sociedad civil, la prensa y la academia en torno a los ODS, expandiendo el mandato de Unitar de manera muy amplia.
¿Cuál es el principal reto o barrera que han encontrado en las capacitaciones de ODS?
— La capacitación sobre ODS es crucial porque hasta septiembre de 2023, solo el 15% de los 17 Objetivos se pudieron alcanzar. Incluso, cuatro de ellos no están en los niveles de diciembre 2019, antes de pandemia. Es decir, hemos retrocedido y una de las causas es la falta de financiación.
Es por eso que se han planteado dos estrategias desde la ONU: la primera, dar impulso a la capacitación para suplir esa situación negativa que vivimos; la segunda, lograr concretar el Fondo ODS que se ha planteado sea de USD 500 millones, con el cual las naciones ricas podrían ayudar a los países que requieren de cooperación para lograr ser parte de este compromiso global.
Incluso, António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, en la cumbre de ODS en Nueva York desarrollada en septiembre, dijo que sin este financiamiento no se va a poder lograr revertir la situación.
¿Cómo puede aportar Ecuador?
— En el Ecuador se requiere voluntad política para que el compromiso con los ODS sea una alta prioridad. Es por eso que queremos sugerir que a partir de enero del 2024, además de la seguridad ciudadana y la lucha contra el crimen organizado, los ODS vuelvan a estar entre las prioridades más altas de la sociedad ecuatoriana, no sólo del Gobierno, sino también del sector privado, de la academia, de los medios de comunicación, etc.
La “mano dura” no es la única solución a este problema. Algunos señalan que es necesaria una reacción de choque, pero no es permisible mantener esa estrategia a lo largo del tiempo, porque termina afectando la capacidad institucional y la legitimidad, al mismo tiempo que podría crear problemas de violación de los derechos humanos. Lo que hace falta es tener políticas públicas holísticas y bien diseñadas para lidiar con este problema durante varios años hasta solucionarlo de manera exitosa.
Y sobre todo hace falta tener a funcionarios capaces para llevar adelante las estrategias que emanen de esas políticas públicas. En ese sentido, hay que pensar a largo plazo y me gustaría invitar a profesionales ecuatorianos a considerar una carrera en la gestión pública. Especialmente, hago un llamado a los jóvenes a servir a la Patria y al mundo. Y no solo en el Ecuador, pues nos hacen falta más ecuatorianos en la ONU.